martes, 18 de agosto de 2015

III. EL DESTINO UNIVERSAL DE LOS BIENES.


A-) Origen y significado.

171-) Entre las múltiples implicaciones del bien común, adquiere inmediato relieve el principio del destino universal de los bienes: Dios ha destinado la tierra y cuanto ella contiene para uso de todos los hombres y pueblos. En consecuencia, los bienes creados deben llegar a todos, en forma equitativa bajo la égida de la justicia y con la compañía de la caridad. Dios ha dado la tierra a todo el género humano, para que ella sustente a todo el ser humano y todos los demás habitantes, a todos por igual.

172-) El principio del destino universal de los bienes de la tierra está en la base del derecho universal al uso de los bienes. Todo hombre debe tener la posibilidad de gozar del bienestar necesario para su pleno desarrollo: el principio del uso común de los bienes, es el primer principio de todo el ordenamiento etico-social. Además es el principio peculiar de la doctrina social cristiana. Por esta razón la iglesia considera un deber precisar su naturaleza y sus características. Es inherente a la persona concreta, a toda person, y es prioritario respecto a cualquier intervención humana sobre los bienes.

173-) La actuación concreta del principio del destino universal de los bienes, según los diferentes contextos culturales y sociales, implica una precisa definición de los modos, de los limites, de los objetivos. Destino y uso universal no significa que todos estén a disposición de cada uno de nosotros, ni tampoco que cada cosa sirva o pertenezca a cada uno o a todos. Si bien es verdad que todos los hombres nacen con el derecho al uso de los bienes, no lo es menos que yo. Para asegurar un ejercicio justo y ordenado, son necesarias intervenciones normativas, frutos de acuerdos nacionales e internacionales y un ordenamiento jurídico que determine y especifique tal ejercicio.

174-) El principio del destino universal de los bienes, invita a cultivar una visión de la economía inspiradas en valores morales que permitan tener siempre presente el origen y la finalidad de tales bienes, para así realizar un mundo justo y solidario, en el que la creación de la riqueza pueda asumir una función positiva. La riqueza, efectivamente, presenta esta valencia, en la multiplicidad de las formas que puede expresarlas como resultado de un proceso productivo de elaboración técnico-económica de los recursos disponibles, naturales y derivados.

175-) El destino universal de los bienes comporta un esfuerzo común dirigido a obtener para cada persona y para todos los pueblos, las condiciones necesarias para un desarrollo integral, de manera que todos puedan contribuir a la promoción de un mundo mas humano. Donde cada uno pueda dar y recibir, y donde el progreso de unos no sea obstáculo para el desarrollo de otros ni un pretexto para su servidumbre.


b-) Destino universal de los bienes y propiedad privada.


176-) Mediante el trabajo, el hombre, usando su inteligencia logra dominar la tierra y hacerla su dignidad, morad y morada. La propiedad privada y las otras formas de dominio privado de los bienes aseguran a cada cual una zona absolutamente necesaria para la autonomía personal y familiar y deben ser consideradas como ampliación de la libertad humana. La propiedad privada es un elemento esencial de una política económica autentica social y democrática. Es garantía de un recto orden social.

177-) La tradición cristiana nunca ha aceptado nunca ha aceptado el derecho a la propiedad privada como absoluto e intocable. Al contrario, siempre lo ha entendido en el contexto mas amplio del derecho común de todos a usar los bienes de la creación entera: el derecho a la propiedad privada como subordinada al derecho , al uso común. El principio universal de los bienes afirma el pleno y perenne señorío de Dios sobre todas las realidades como la exigencia de que los bienes de la creación permanezcan finalizados y destinados al desarrollo de todo el hombre y de la humanidad entera.

178-) La enseñanza social de la iglesia exhorta a reconocer la función social de cualquier forma de posiciones privada, en clara referencia a las exigencias imprescindibles del bien común. El hombre no debe tener las cosas exteriores que legítimamente posee como exclusivamente suyas, sino también como comunes, en el sentido de que no le aproveche el, solamente, sino también a los demás. El destino universal de los bienes comporta vínculos sobre su uso por parte de los legítimos propietarios. El individuo debe actuar, ademas de las ventajas personales y familiares, también el bien común. De ahí deriva el deber por parte del propietario de no tener inoperantes los bienes poseídos y de destinarlos a la  actividad productiva.

179-) La actual fase histórica, poniendo a disposición de la sociedad bienes nuevos, del todo desconocidos hasta tiempos recientes, impone una re lectura del principio del destino universal de los bienes de la tierra, haciéndose necesaria una extensión que comprenda también los frutos del reciente progreso económico y tecnológico. La propiedad de los nuevos bienes, frutos del conocimiento, de la técnica y del saber resulta ser mas decisiva, porque en ella se funda la riqueza de loas naciones industriales. Los nuevos conocimientos técnicos y científicos deben ponerse al servicio de las necesidades primarias del hombre, para que pueda aumentar gradualmente el patrimonio común de la humanidad. 

180-) en el proceso de desarrollo económico y social adquieren notable relieve , formas de propiedades desconocidas en el pasado, no se pueden olvidar. La propiedad individual no es la única forma legitima de posesión. También esta la propiedad comunitaria, que es una forma de propiedad que incide muy profundamente en la vida económica, cultural y política de aquellos pueblos, hasta el punto de constituir un elemento fundamental para su supervivencia y bienestar. Sigue siendo vital, especialmente en los países en vías de desarrollo o que han salido del sistema colectivista o de colonización y la justa distribución de la tierra.

181-) de la propiedad derivada para el sujeto poseedor, sea este un individuo o una comunidad, una serie de ventajas objetivas: mejores condiciones de vida, seguridad para el futuro, mayores oportunidades de elección, etc. Ninguna posesión en efecto, puede ser considerad, indiferente por el flujo que ejerce, tanto sobre los individuos, como sobre las instituciones. El poseedor que incautamente idolatra sus bienes, resulta mas que nunca poseído y subyugados por ellos. Solo reconociendo les la dependencia de Dios creador y, consecuentemente orientándolos al bien común, es posible conferir a los bienes materiales la función de instrumentos útiles para el crecimiento de los hombres y de los pueblos.


c-) Destino universal de los bienes y opción preferencial por los pobres.


182-) El principio del destino universal de los bienes exige que se vele con particular solicitud por los pobres, por aquellos que se encuentra en situaciones de marginación y, en cualquier caso, por las personas cuyas condiciones de vida les impiden un crecimiento adecuado. A este propósito se debe reafirmar, con toda su fuerza, la opción preferencial por los pobres: esta es una opción o una forma especial de primacía en el ejercicio de la caridad cristiana, de la cual da testimonio toda la tradición de la iglesia. Se refiere a la vida de cada cristiano, en cuanto imitador de la vida de Cristo, pero se aplica igualmente a nuestra responsabilidad social y consiguientemente a nuestro modo de vivir y a las decisiones que se deben tomar coherente-mente sobre la propiedad y usos de los bienes.

183-) El realismo cristiano, mientras por una parte aprecia los esfuerzos laudables que se realizan para erradicar la pobreza, por otra parte pone en guardia,  frente a posiciones ideológicas y el mesianismo que alimentan la ilusión de que se pueda eliminar totalmente de este mundo el problema de la pobreza. Esto sucederá solo a su regreso, cuando Él este de nuevo con nosotros para siempre. Mientras tanto los pobres quedan confiados a nosotros y en base a esta responsabilidad seremos juzgados al final. 

184-) El amor de la iglesia por los pobres se inspira en el Evangelio de las bienaventuranzas, en la pobreza de Jesús y en su atención por los pobres. Este amor se refiere a la pobreza material y también a las numerosas formas de pobreza cultural y religiosa. La iglesia enseña a socorrer al progimo en sus múltiples necesidades y prodiga en la comunidad humana innumerables obras de misericordia corporales y espirituales. Sobre esta relación entre caridad y justicia retorna constantemente la enseñanza de la iglesia.


El destino universal de los bienes

Ejemplo:

Uno de los bienes inoperantes más vistos en El  Salvador, son las casas y terrenos abandonados,  pero que no están aislados de la ciudad sino entre las comunidades.
Los propietarios de estos lugares abandonados no les dan uso y no buscan el medio para poder ayudar con este bien al prójimo, claro tratando de no violentar los derechos de ambos así como del que necesita ese lugar y también del dueño, siendo lo más justos y equitativos posible.


En El  Salvador  se debería crear una ley en la cual el gobierno investigara  y dialogara con los propietarios de los bienes inoperantes, para encontrar la causa del porque el propietario ha dejado abandonado ese terreno o casa y depende de lo investigado, buscar  a una persona que necesite un techo, no sin antes investigar a la persona que recibiría la ayuda, porque hay muchas persona que en realidad no tienen necesidad.


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