martes, 20 de octubre de 2015

LA VIDA ECONÓMICA

323) En ocasiones, la abundancia —pero no la riqueza o el lujo— es vista como una bendición de Dios. En la literatura sapiencial, la pobreza se describe como una consecuencia negativa del ocio y de la falta de laboriosidad, pero también como un hecho natural. Por otro lado, los bienes económicos y la riqueza no son condenados en sí mismos, sino por su mal uso. Esta tradición, si bien considera un mal la pobreza de los oprimidos, de los débiles, de los indigentes, ve también en ella un símbolo de la situación del hombre delante de Dios; de Él proviene todo bien como un don que hay que administrar y compartir.


324) Quien reconoce su pobreza ante Dios, en cualquier situación que viva, es objeto de una atención particular por parte de Dios A los pobres se dirigen las promesas divinas La pobreza, cuando es aceptada o buscada con espíritu religioso, predispone al reconocimiento y a la aceptación del orden creatura,   el « rico » es aquel que pone su confianza en las cosas que posee más que en Dios, el hombre que se hace fuerte mediante las obras de sus manos y que confía sólo en esta fuerza. La pobreza se eleva a valor moral cuando se manifiesta como humilde disposición y apertura a Dios, confianza en Él. 

325) Jesús infundiendo su Espíritu y cambiando los corazones, instaura el « Reino de Dios », que hace posible una nueva convivencia en la justicia, en la fraternidad, en la solidaridad y en el compartir. El Reino inaugurado por Cristo perfecciona la bondad originaria de la creación y de la actividad humana, herida por el pecado. Cuando esto sucede, el Reino de Dios se hace ya presente sobre esta tierra, aun no perteneciendo a ella. En él encontrarán finalmente cumplimiento las promesas de los Profetas.

326) Al hacerse testigo de la grandeza y de la bondad del Creador, el hombre camina hacia la plenitud de la libertad a la que Dios lo llama. Una buena administración de los dones recibidos, incluidos los dones materiales, es una obra de justicia hacia sí mismo y hacia los demás hombres: lo que se recibe ha de ser bien usado, conservado, multiplicado, como enseña la parábola de los talentos, La actividad económica y el progreso material deben ponerse al servicio del hombre y de la sociedad: dedicándose a ellos con la fe, la esperanza y la caridad de los discípulos de Cristo, la economía y el progreso pueden transformarse en lugares de salvación y de santificación. 


327) La fe en Jesucristo permite una comprensión correcta del desarrollo social, en el contexto de un humanismo integral y solidario. Para ello resulta muy útil la contribución de la reflexión teológica ofrecida por el Magisterio social: « La fe en Cristo redentor, mientras ilumina interiormente la naturaleza del desarrollo, guía también en la tarea de colaboración. En la carta de San Pablo a los Colosenses leemos que Cristo es “el primogénito de toda la creación” y que “todo fue creado por él y para él”.

 
328)Los bienes, aun cuando son poseídos legítimamente, conservan siempre un destino universal. Toda forma de acumulación indebida es inmoral, porque se halla en abierta contradicción con el destino universal que Dios creador asignó a todos los bienes. Los Padres de la Iglesia insisten en la necesidad de la conversión y de la transformación de las conciencias de los creyentes, más que en la exigencia de cambiar las estructuras sociales y políticas de su tiempo.



329) Las riquezas realizan su función de servicio al hombre cuando son destinadas a producir beneficios para los demás y para la sociedad. Las riquezas son un bien que viene de Dios: quien lo posee lo debe usar y hacer circular, de manera que también los necesitados puedan gozar de él; el mal se encuentra en el apego desordenado a las riquezas, en el deseo de acapararlas. San Basilio el Grande invita a los ricos a abrir las puertas de sus almacenes y exclama: « Un gran río se vierte, en mil canales, sobre el terreno fértil: así, por mil caminos, tú haces llegar la riqueza a las casas de los pobres ».Quien tiene las riquezas sólo para sí no es inocente; darlas a quien tiene necesidad significa pagar una deuda.

BIEN MATERIAL QUE AYUDE A ELIMINAR   LA POBREZA.


El bien de capacitación de talleres   ayuda a contrarrestar la pobreza  ayudando a que la persona  se desarrolle  en el ámbito laboral así como  en su persona ya que se enseñan valores juntamente con el trabajo. Estos talleres   tratan de erradicar la pobreza  por que  enseñan un oficio, o le ayudan a una persona a descubrir sus habilidades en hacer algo o crear alguna cosa, esto trae como beneficio un ingreso financiero a la persona que está   desarrollando lo aprendido, claro esto no es tan rápido pero si puede ser una fuente de ingreso para la persona,  estos talleres  muchas veces tienen un costo que a una persona de muy escasos  recursos le costara un montón poder pagarlo, pero  para estos casos se encuentran talleres en los que no se paga o se da un poco del dinero que se gasta en  los materiales , es decir que las personas mayormente jóvenes o ancianos tienen la oportunidad  de poder adquirir una capacitación  que ayuda a la persona  a  salir de un  nivel económico del que se encuentra,  para que la persona pueda obtener lo que necesita para vivir, no precisamente una vida de lujos,  porque es muy diferente decir que soy pobre solo porque no se tiene un carro del momento, a no tener nada para poder comer en ningún tiempo de comida.  

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